ATENTO

ESTRATEGIAS DE DEFENSA FRENTE AL INCREMENTO DE LA CIBERDELINCUENCIA

Al igual que las empresas se adaptaron a nuevas formas de hacer negocios, haciendo uso de diversas herramientas tecnológicas, así también lo hizo la delincuencia, que no diferencia entre empresas grandes y pequeñas. Con respecto a esta problemática, el autor plantea la necesidad de identificar los nuevos riesgos que presentan las operaciones comerciales actuales para poder prevenir los fraudes antes de que se cometan.

21/04/2021

 


Editor

Augusto Linares Muñoz

Socio de Estudio Linares Abogados


 

El reinicio de actividades comerciales en gran parte del Perú experimentó un cambio en las formas de mostrarse al público. Las vitrinas tomaron forma de pantalla, la variedad de productos y servicios hoy se muestran en aplicativos perfectamente clasificados y ordenados, que ya ni nos exigen crear una cuenta para poder acceder a ellos y realizar nuestras compras.

 

El e-commerce se consolidó en el país escondido bajo la necesidad generada por una emergencia sanitaria y no solo afectó la plataforma de venta, sino a todo lo que ello involucra, incluidos los riesgos inherentes al negocio.

 

Así, la delincuencia también se adaptó a la evolución del comercio. Hoy estamos experimentando una masiva ola de ciberdelincuencia o de delitos informáticos, aquellos que se cometen con el uso de tecnologías, mediante la suplantación o sustracción de identidad, clonación o alteración de datos informáticos, entre otros actos donde el comerciante como el consumidor pueden terminar siendo víctimas.

 

Estos ciberdelincuentes no sienten diferencia por el tamaño de la empresa, ni dificultades por la existencia de fronteras internacionales, y ahora están dirigiendo sus ataques también a las mypes, pues son conscientes de su vulnerabilidad por la insuficiencia o carencia de filtros o mecanismos de prevención.

 

Ante el contexto descrito, mi observación es la siguiente: si la delincuencia se adaptó vertiginosamente a esta nueva forma de hacer negocios, ¿se adaptaron también los comercios en gestionar de los nuevos riesgos que el e-commerce implica?, ¿han actualizado las nuevas zonas críticas de la operación?

 

Surge así la necesidad de empezar a ver mecanismos de seguridad distintos a los tradicionales: hoy los elementos de seguridad más eficientes son los preventivos, los que generan control y registro de información para evitar los fraudes, es decir, antes de que se cometan. Para eso, es necesario hacer o actualizar la evaluación de las zonas críticas de la empresa o matriz de riesgos, pues solo a partir de la identificación de ellos será posible gestionarlos de manera idónea.

 

Justamente, la identificación de los nuevos riesgos de la operación comercial otorga a los usuarios del sistema una mejor claridad o incluso transparencia de los actos que en este se registren, lo que se traduce, finalmente, en una mayor credibilidad y confianza en la operación comercial. La reputación de la marca es duramente golpeada tras estar vinculada a un fraude, por más que esta realmente nada haya tenido que ver.

 

No estamos hablando, en lo absoluto, de un compliance. Que no se confunda, nada tiene que ver una cosa con la otra. Nos estamos refiriendo a un mecanismo específico de gestión de riesgos o fraudes, es decir, a una sistematización de actos que genere predictibilidad en los comportamientos, de tal manera que, tanto el empresario, el proveedor como el consumidor sientan la seguridad de estar en un espacio controlado, donde los datos informáticos que se incorporen a la operación sean conscientemente verificables.

 

Es vital recordar que un adecuado sistema de prevención de riesgos no solo sirve como herramienta de control para el empresario, sino incluso como evidencia ante terceros de que la organización se comporta de manera consciente y eficiente, hecho que además facilita cualquier intención de eventual asociación, fusión o contratación con alguna empresa nacional o internacional, cuyos requisitos sean la existencia de programas de prevención.

 

Toda actividad comercial genera riesgos, por más pacífica que parezca la modalidad de negocio, y es obligación del empresario, como generador de ellos, gestionarlos de manera efectiva e idónea y para ello funcionan bastante bien los sistema de prevención, claro, previa identificación de riesgos. Otra vez, ¿ya evaluaron sus nuevos riesgos? fuente:ELPERUANO